Control del uso de internet en las empresas

La mejor forma para que la empresa evite el mal uso de Internet por parte de sus empleados, es el de restringir el uso del mismo abiertamente y con conocimiento de los empleados, por diferentes frentes.

1. Eliminación acceso a Redes sociales. Restricción sobre acceso a cualquier tipo de red de comunicación como Facebook, Twitter etc…
2. Bloqueo de todo tipo de chats, messenger etc..
3. Bloqueo de descargas desde Internet.
4. Eliminación de archivos adjuntos que no sean con extensiones habitualmente utilizadas por la empresa, Word, Excel etc. Se bloquean las presentaciones tipo Power Point y ese tipo de archivos adjuntos, que no solo hacen perder el tiempo al empleado, si no que además ocupan mucho espacio.
5. Restricción de la utilización de las Web, bloqueándolas por sectores, por ejemplo, sexo, chat, búsquedas de empleo, deportes, compras online, etc…
6. Restricción de las descargas. Emule etc..
   
   

¿Por que es necesario el control del uso de Internet en las empresas? .

Internet es una herramienta que permite la comunicación y la búsqueda de información desde la oficina donde se trabaja, no obstante también sirve para tener contacto con amigos y personas en el ámbito personal que no aportan beneficios a la empresa.

1. La primera cuestión que se plantea es si el uso de estas herramientas informáticas, como el correo electrónico e Internet, puede suponer para la empresa un perjuicio, cuando éstas se utilizan para fines particulares y no para los encomendados a los trabajadores por el empresario.
2. Por un lado nos encontramos con la perdida de productividad que ocasiona el uso particular y privado por parte del empleado por el tiempo que invierte en dichos menesteres. Y, por otro lado, con el coste en los equipos informáticos y los sistemas de comunicación que supone el envío y la recepción de correos electrónicos y la navegación por Internet.
3. Las descargas por otra parte generan perdida de tiempo por parte del empleado, una bloque del acceso a Internet  que obliga en muchos casos a la empresa a contratar mayores anchos de banda, con el coste adicional que esto supone.